ABSTRACT
Evaluar la eficacia de aplicar fentanyl más midazolam en reducir la incidencia de náusea y vómito secundarios a la limpieza de la cavidad peritoneal en pacientes sometidas a cesárea bajo anestesia subaracnoidea. Se analizaron los resultados por medio de regresión binomial. Métodos: Ensayo clínico controlado triple enmascarado entre pacientes llevadas a cesárea bajo anestesia raquídea. A 163 pacientes se les administró por vía endovenosa 50 mcg de fentanyl más 1 mg de midazolam, mientras que a 164 solución salina como placebo al momento de terminar la histerorrafia. Resultados: La aplicación de fentanyl más midazolam reduce en 8.45 (IC95 3.07-23.27) veces la probabilidad de presentar náusea. Diferencias que se mantienen aún luego de ajustar por las otras posibles explicaciones al fenómeno (7.99, IC95 2.91-21.92). La luxación del útero implica también un riesgo para náusea de 2.33 (IC95 1.29-4.22) veces. También se encontró reducción significativa en la incidencia de vómito, dolor y disnea, sin incremento en la frecuencia de prurito, temblor, malestar e hipoxemia. Conclusiones: La administración simultánea de 50 mcg de fentanyl más 1 mg de midazolam por vía endovenosa al momento de terminar la histerorrafia, reduce la incidencia de náusea y vómito secundaria a la manipulación del peritoneo al limpiar la cavidad abdominal, sin incremento de los efectos secundarios.
Subject(s)
Female , Anesthesia, Conduction , Analgesia, Obstetrical/adverse effects , Cesarean Section , Fentanyl/analogs & derivatives , Fentanyl/therapeutic use , Midazolam/therapeutic use , Postoperative Nausea and Vomiting/therapyABSTRACT
La atención del paciente en traumatismo craneoencefálico en el servicio de urgencias, requiere de una evaluación integral para determinar si se trata de un traumatismo craneoencefálico aislado o hay lesiones asociadas que deben ser identificadas y tratadas rápidamente si comprometen la vida del paciente. Debe evitarse la hipoxia, la hipotensión y la anemia para garantizar una presión de perfusión cerebral adecuada; ésta es la función primordial de la atención en urgencias. Desde el punto de vista patológico hay dos tipos de lesiones: Las debidas al efecto inmediato del impacto conocidas como daño primario, dentro de las cuales están las lesiones del cuero cabelludo, las fracturas de cráneo, contusión, laceración, conmoción cerebral y lesió axonal difusa; las debidas a efectos tardíos del traumatismo craneoencefálico conocidas como daño secundario, dentro de las cuales están hemorragia subaracnoidea, hematoma epidural, subdural e intraparenquimatoso, edema cerebral, aumento de presión intracraneana, daño cerebral hipóxico e infección. El diagnóstico de varias de estas lesiones se basa en el estudio de la escanografía cerebral simple. Hay pacientes que requieren tratamiento quirúrgico (hematomas epidural, subdural, intraparenquimatoso, fracturas deprimidas abiertas y cerradas, aunque éstas últimas están en discusión); los pacientes con traumatismo craneoencefálico que no requieren tratamiento quirúrgico se enfocan de acuerdo a la clasificación en: Leve que deben tenerse en observación; moderado que requieren hospitalización, medidas antiedema, mantenimiento de la perfusión cerebral; severo que deben tratarse con intubación, atención en unidades de cuidado intensivo y monitoreo de presión intracraneana