ABSTRACT
Se presentan siete pacientes que recibieron anestesia peridural por distintos procedimientos quirúrgicos, y que desarrollaron un proceso de aracnoiditis espinal con formación de quistes subaracnoides en los siete pacientes y cavitación evidenciar las lesiones subaracnoideas e intramedulares. Un paciente se negó a ser sometido a cirugía a pesar de lo cual mejoró espontáneamente, mientras que los otros seis fueron sometidos a distintos procedimientos quirúrgicos con mejoría sintomática en tres pacientes. La inflamación meníngea puede llevar al desarrollo de cicatrices que posteriormente inducirán isquemia medular y posterior cavitación. Alternativamente, un bloqueo de la circulación LCR puede dilatar el canal medular central determinando isquemia por compresión, seguida por mielomalacia y cavitación. Se recomienda una cuidadosa realización de la anestesia peridural para evitar estas severas complicaciones
Subject(s)
Humans , Male , Female , Adolescent , Adult , Middle Aged , Anesthesia, Epidural/adverse effects , Arachnoiditis/etiology , Arachnoiditis/diagnosis , Magnetic Resonance SpectroscopyABSTRACT
La asociación entre miastenia gravis y D-penicilamina ha sido reportada en pacientes que recibían esta droga por presentar artritis reumatoidea, enfermedad de Wilson, esclerodermia o cistinuria. El cuadro es indistingible, clínica y electrofisiológicamente, de la miastenia gravis de aparición espontánea; solo se puede diferenciar por la mejoría clínica y por la caída del título de anticuerpos antirreceptor colinérgico luego de la suspensión del tratamiento con D-penicilamina. El mecanismo de inducción de los anticuerpos antirreceptor colinérgico en esta enfermedad es desconocido. Reportamos una paciente de 55 años de edad que padece artritis reumatoidea, que a los doce meses de ser tratada con D-penicilamina, presentó un cuadro de ptosis palpabral bilateral, diplopía, disartría, disfagia y debilidad en los miembros superiores. Ante la sospecha de miastenia gravis se realizaron: prueba de tensilon (edrofonio), electromiograma con estimulación repetitiva y dosaje de anticuerpos antirreceptor colinérgico, que confirmaron este diagnóstico. Al poco tiempo de suspender la D-penicilamina, e iniciar el tratamiento con piridostigmina la paciente mejoró, no requiriendo más esta última medicación.