RESUMEN
Atrial fibrillation (AF) is the most prevalent arrhythmia and is related with significant morbidity, mortality and costs. In spite of relevant advances in the prevention of embolic events and rhythm control, little has been done to reduce its prevalence, progression and impact, since it increases with ageing as well as with common risk factors such as alcohol intake, tobacco use and stress as well as with arterial hypertension, diabetes mellitus, heart failure, sleep apnea, kidney failure, chronic pulmonary obstructive disease, ischemic heart disease and stroke, among other important comorbidities. Fortunately, new evidence suggests that lifestyle modifications and adequate risk factors and comorbidities control could be effective in primary and secondary AF prevention, especially in its paroxysmal presentations. This is why a multidisciplinary approach integrating lifestyle modifications, risk factors and comorbidities control, is necessary in conjunction with rhythm or rate control and anticoagulation. Unfortunately, that holistic approach strategy is not considered, is scarcely studied or is subtilized in general clinical practice. The present statement's objectives are to: 1) review the relationship between habits, risk factors and illnesses with AF, 2) review the individual and common physiopathology mechanisms of each one of those conditions that may lead to AF, 3) review the effect of control of habits, risk factors and co-morbidities on the control and impact of AF, and 4) supply guidelines and recommendations to start multidisciplinary and integrative AF treatment.
La fibrilación auricular (FA) es la arritmia más frecuente y se asocia con importante morbilidad, mortalidad y costos. A pesar de los grandes avances en la prevención de eventos embólicos y en el control del ritmo, poco se ha realizado para reducir su prevalencia, progresión e impacto, debido a que incrementa con la edad y con la presencia de múltiples factores de riesgo muy comunes en la población, como obesidad, sedentarismo, alcoholismo, tabaquismo y estrés, así como con hipertensión arterial sistémica, diabetes mellitus, insuficiencia cardiaca, apnea del sueño, enfermedad renal crónica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cardiopatía isquémica y enfermedad vascular cerebral, entre otra comorbilidad importante. Afortunadamente, nuevas evidencias demuestran que las modificaciones en el estilo de vida y el control adecuado de los factores de riesgo y de la comorbilidad pueden ser efectivos en la prevención primaria y secundaria de la FA, en especial en sus formas paroxísticas; para ello, es necesario un manejo multidisciplinario que integre las modificaciones en el estilo de vida, el manejo de los factores de riesgo y el control de la comorbilidad en el tratamiento de la FA en conjunto con el control del ritmo o de la frecuencia y la anticoagulación. Por desgracia, en la práctica clínica estas estrategias a menudo no se tienen en cuenta, son infrautilizadas y poco estudiadas. Los objetivos del presente posicionamiento son: 1) revisar la relación de los factores de riesgo y la comorbilidad con la FA, 2) revisar los mecanismos fisiopatológicos de cada una de estas condiciones, 3) revisar el impacto del control de los factores de riesgo y de la comorbilidad en el control y en el impacto de la FA, y 4) proporcionar guías y recomendaciones para la puesta en práctica de programas de tratamiento multidisciplinario e integral en pacientes con FA.