RESUMO
Introducción: La infección congénita por el citomegalovirus en neonatos menores de 1500 gramos puede ser causa de morbilidad, mortalidad y discapacidad. Objetivo: Describir el comportamiento de la infección congénita por citomegalovirus en un servicio de neonatología. Métodos: Se realizó un estudio descriptivo y transversal con 61 neonatos. Se les realizó detección de citomegalovirus en la primera semana de vida en suero y orina, mediante reacción en cadena de la polimerasa, para determinar infección congénita. Se evaluaron variables perinatales en todos los neonatos, así como elementos clínicos y resultados de exámenes complementarios en los infectados. Resultados: La incidencia de infección congénita fue de un 10 por ciento (6/61). El 5 por ciento de los estudios fueron positivos (6/122). Ninguna muestra de orina resultó positiva (0/61) y en el 10 por ciento de las muestras de suero (6/61) se detectó el genoma del virus. Se encontró asociación entre valoración nutricional al nacer e infección por citomegalovirus (p< 0,05). El 83 por ciento de los neonatos infectados presentaron algún signo clínico y el síndrome de dificultad respiratoria fue el más frecuente (67 por ciento). En todos los neonatos con infección congénita el ultrasonido cerebral fue normal y en el 33 por ciento se detectó retinopatía de la prematuridad en el fondo de ojo. Conclusiones: La incidencia de infección congénita por citomegalovirus es alta en este grupo de riesgo. Los signos clínicos encontrados y los resultados del fondo de ojo en neonatos con infección congénita se relacionaron con la prematuridad y la valoración nutricional de hipotrófico se asoció con esta infección(AU)
Introduction: Congenital cytomegalovirus infection in neonates weighing less than 1500 grams can be a cause of morbidity, mortality, and disability. Objective: To describe the behavior of congenital cytomegalovirus infection in a neonatal service. Methods: A descriptive and cross-sectional study was conducted with 61 neonates. Cytomegalovirus was detected in the first week of life in serum and urine, by polymerase chain reaction, to determine congenital infection. Perinatal variables were evaluated in all neonates, as well as clinical elements and results of complementary examinations in infected infants. Results: The incidence of congenital infection was 10 percent (6/61). 5 percent of the studies were positive (6/122). No urine samples were positive (0/61) and the virus genome was detected in 10 percent of serum samples (6/61). An association was found between nutritional assessment at birth and cytomegalovirus infection (p < 0.05). A total of 83 percent of infected neonates had some clinical sign, with respiratory distress syndrome being the most common (67 percent). In all neonates with congenital infection, brain ultrasound was normal, and retinopathy of prematurity was detected in 33 percent of patients with fundus retinopathy. Conclusions: The incidence of congenital cytomegalovirus infection is high in this risk group. The clinical signs found and the results of the fundus in neonates with congenital infection were related to prematurity and the nutritional assessment of hypotrophic was associated with this infection(AU)
Assuntos
Humanos , Recém-Nascido , Síndrome do Desconforto Respiratório do Recém-Nascido , Retinopatia da Prematuridade/diagnóstico , Infecções por Citomegalovirus/urina , Infecções por Citomegalovirus/epidemiologia , Recém-Nascido de muito Baixo Peso , Grupos de Risco , Epidemiologia Descritiva , Estudos Transversais , Fundo de OlhoRESUMO
Introducción: La infección congénita por citomegalovirus es causa de pérdida auditiva y alteraciones cognitivas. La infección perinatal por este virus es más frecuente en neonatos< 1500 g y produce menos secuelas neurológicas. Objetivo: Describir la evaluación neurológica en el primer año de vida en niños muy bajo peso al nacer con infección por citomegalovirus. Métodos: Estudio descriptivo y longitudinal en el que se incuyeron 14 neonatos< 1500 g, con diagnóstico de infección congénita o perinatal por citomegalovirus; a los cuales se les realizó evaluación del neurodesarrollo, ultrasonido craneal, potenciales evocados auditivos de tallo cerebral y potenciales visuales a las 40 semanas, a los seis meses y al año de edad gestacional corregida. En la primera evaluación se realizó además, electroencefalograma. Resultados: El 43 por ciento tuvo infección congénita y 57 por ciento infección perinatal. A las 40 semanas se evaluaron completamente 79 % de los casos, a los seis meses 64 por ciento y al año 36 por ciento. No se observaron anormalidades en el ultrasonido craneal, ni en el electroencefalograma. Al año de edad corregida, se detectaron alteraciones ligeras del neurodesarrolo en 33,3 por ciento del total de casos (2/6) y con igual porcentaje en los niños con infección congénita (1/3) y perinatal (1/3). En ningún paciente evaluado se detectó sordera neurosensorial, ni daño del nervio visual. Conclusiones: Las alteraciones del neurodesarrollo encontradas al año de edad corregida pueden estar relacionadas con la prematuridad o la infección por citomegalovirus. El seguimiento a mediano y largo plazo es necesario para detectar otras secuelas neurológicas de debut tardío(AU)
Introduction: Congenital cytomegalovirus infection is a cause of hearing loss and cognitive impairments. Perinatal infection by this virus is more frequent in neonates< 1500 g and produces fewer neurological sequelae. Objective: To describe neurological evaluation in the first year of life in very low birth weight children with cytomegalovirus infection. Methods: A descriptive and longitudinal study involving 14 neonates< 1500 g, with a diagnosis of congenital or perinatal cytomegalovirus infection; to which neurodevelopmental evaluation, cranial ultrasound, auditory brain stem evoked potentials and visual potentials were performed at 40 weeks, six months and one year of corrected gestational age. In the first evaluation, electroencephalogram was also performed. Results: 43 percent had congenital infection and 57 percent perinatal infection. At 40 weeks, 79 percent of cases were fully evaluated, at six months 64 percent and at one year 36 percent. No abnormalities were observed on the cranial ultrasound or electroencephalogram. At one year of corrected age, slight alterations in neurodevelopment were detected in 33.3 percent of all cases (2/6) and with the same percentage in children with congenital (1/3) and perinatal (1/3) infection. In no patient evaluated, sensorineural deafness or visual nerve damage was detected. Conclusions: The neurodevelopmental alterations found at one year of corrected age may be related to prematurity or cytomegalovirus infection. Medium- and long-term follow-up is necessary to detect other late-onset neurological sequelae(AU)