RESUMO
La tularemia es una zoonosis bacteriana causada por la Francisella tularensis. En España era prácticamente desconocida, pero recientemente han aparecido dos brotes con un total de 576 casos registrados. A partir de ese momento, la tularemia se ha incluido entre las enfermedades de declaración obligatoria, debido a la alta probabilidad de que se haya establecido una enzootia de esta infección y, por lo tanto, de que exista el riesgo de aparición de nuevos casos. Otro aspecto de reciente interés es la importancia de esta bacteria como arma biológica, por su fácil diseminación y rápido desarrollo. F. tularensis se ha aislado en numerosas especies animales y en aguas o terrenos contaminados, aunque el reservorio más importante y conocido son los lagomorfos (liebres y conejos). La vía de transmisión al hombre más importante es la cutaneomucosa, fundamentalmente por el contacto con animales infectados, aunque también es posible el contagio por inhalación o ingestión de animales infectados y por picaduras de artrópodos. Las formas de transmisión determinan distintas formas clínicas: ulceroglandular, glandular, oculoglandular, orofaríngea, intestinal, neumónica y tifoídica. La forma ulceroglandular es la más frecuente de todas, y cursa, en el contexto de un síndrome infeccioso general, con una úlcera cutánea en el punto de inoculación acompañada de adenopatías en los ganglios de drenaje. También es posible la presencia de otras lesiones cutáneas secundarias a esta infección, entre las que destacan el eritema nudoso y el eritema multiforme. Para todas las formas, la estreptomicina se considera el tratamiento de elección (AU)