RESUMO
Resumen: ANTECEDENTES: la inducción del trabajo de parto es un procedimiento que se indica cuando existe riesgo de continuar el embarazo, en lugar de interrumpirlo. Esta maniobra enfrenta nuevas presiones, por lo que es necesario mantener actualizado el conocimiento sobre su indicación. En los últimos años se han desarrollado protocolos clínicos de mayor eficacia y seguridad, que han hecho más accesible este procedimiento. OBJETIVO: emitir un consenso actualizado y analizar los diferentes aspectos de la práctica cotidiana relacionada con la inducción del trabajo de parto. MATERIALES Y MÉTODOS: se integró un grupo de especialistas de trece instituciones nacionales para analizar diferentes aspectos de la práctica cotidiana de la inducción del trabajo de parto. Se siguió una metodología tipo Delphi de cuatro etapas, con bibliografía de normas clínicas internacionales de apoyo. CONCLUSIONES: la inducción del trabajo de parto considera los siguientes criterios: establecer con certeza que el procedimiento ofrece el mejor desenlace para la madre y el feto, confirmar la edad gestacional, realizar la evaluación obstétrica completa y contar con infraestructura para enfrentar las posibles complicaciones. Existen diferentes opciones para la inducción del trabajo de parto; sin embargo, en los últimos años se ha generalizado la prescripción de análogos de prostaglandinas (misoprostol) en todo el mundo. El especialista debe efectuar la evaluación individualizada de la paciente y el feto, con la finalidad de descartar situaciones que comprometan la salud de ambos. La complicación más común de la inducción del trabajo de parto es la taquisistolia, que puede asociarse con desprendimiento prematuro de placenta, rotura uterina y sufrimiento fetal agudo. Los óvulos vaginales de liberación controlada representan la única opción para retirar el estímulo con dinoprostona o misoprostol ante efectos adversos.
Abstract: BACKGROUND: Induction of labor is a maneuver indicated when there is a greater risk of continuing the pregnancy, than interrupting it. The induction of labor faces new pressures that make it necessary for the doctor to be permanently updated. In recent years, clinical protocols of greater efficiency and safety have been developed, which have made this procedure more accessible. OBJECTIVE: To present an updated consensus and to analyze the different aspects related to the labor induction. MATERIAL AND METHODS: A Delphi-type of consensus was conducted with participation of active obstetricians and gynecologists specialists from thirteen national institutions. Major clinical-oriented topics of induction of labor were addressed. CONCLUSIONS: To induce labor, it is necessary that at least the following situations coexist: to establish with certainty that the procedure offers the best outcome for the mother and her child, to confirm the gestational age, to make a complete obstetric evaluation and to have the infrastructure Necessary to deal with possible complications. There are several options to induce labor, although in recent years the indication of prostaglandin analogues (misoprostol) has become the most common option worldwide. The specialist must make an individualized evaluation of the patient and the fetus, in order to rule out situations that may endanger the health of any of them. The most common complication of labor induction is tachysystole, which can be complicated by premature placental abruption, uterine rupture and acute fetal distress, requiring urgent attention. Controlled-release vaginal ovules are the only option available to withdraw the stimulus with dinoprostone or misoprostol in the presence of adverse effects.