RESUMO
Se trataron 107 casos de absceso profundo de cuello en el Instituto Nacional de Pediatría del 1o. de enero de 1985 al 15 de septiembre de 1995. Evolucionaron satisfactoriamente excepto dos: uno falleció por complicaciones propias de esta patología y otro pidió alta voluntaria. Algunos pacientes presentaron trismo, tortícolis y rigidez de cuello; disfagia, odinofagia y disfonía según el sitio de localización del absceso. Los síntomas principales y signos generales fueron: debilidad, malestar, fiebre de 38 a 40 ºC, pulso filiforme, leucocitosis y en unos casos anemia. El diagnóstico clínico se corroboró con estudios de laboratorio y gabinete como cultivos de secreción, ultrasonido y tomografía computarizada. Los pacientes se manejaron como urgencias con hospitalización inmediata y administración de antibióticos por vía intravenosa a dosis elevadas; algunos requirieron drenaje del absceso para evitar complicaciones mortales debidas al manejo inadecuado y tardío
