RESUMO
El dolor asociado a cáncer requiere una evaluación integral del paciente y de su enfermedad, para establecer una adecuada terapéutica, así como tambíen, una reevaluación periódica en el caso en que se presenten diferentes tipos de dolor o cambios en la evolución del mismo. La evaluación clínica del paciente con dolor por cáncer comprende la identificación de las causas del dolor, el análisis del mecanismo implicado y la evaluación de la intensidad del dolor; ésta última se realiza mediante diversas técnicas disponibles, como escalas unidimensionales globales o métodos comportamentales, que permiten indicar la dimensión de la queja dolorosa, aunque no pueden presumir la causa o definir el componente orgánico y psicológico presente. Debido a que el paciente con dolor por cáncer presenta síntomas psicológicos como sentimientos de inutilidad, stress, incomprensión o pérdida de autoestima, el papel del medio familiar se constituye en un soporte para una mejor calidad de vida del paciente