RESUMO
La cardiología, previamente establecidas sus bases entre los siglos XVI y XX, se inicia en 1920, cuando por primera vez aparece el vocablo "cardiología" como título de la revista Archivos de Cardiología y Hematología, fundada por Pitaluga y Galandre, en España. En venezuela la inicia, en 1925, el doctor Heberto Cuenca Carrujo, en Maracaibo, la cual continúa en Caracas, de 1931 a 1938. Cuenca regenta la cátedra de Medicina Interna (UCV), desde 1935, y fue Jefe del Servicio de Medicina (Hospital Vargas, 1936). Continuaron los doctores Gustavo Plaza Izquierdo como jefe de la cátedra de Cardiología (1936), y Bernardo Gómez desde 1937. Este, posteriormente, inicia la estructuración de las instituciones cardiológicas básicas del país, campaña a la cual se incorporó el doctor Carlos Gil Yepez. Cuenca público noventa trabajos de investigación clínica, treinta de ellos sobre la cardiología: isquemia, arritmias, electrocardiografía, radiología, congénitas, miocardiopatías y corazon en deportes, publicados en: 1. Revista de la Sociedad Médico-Quirúrgica del Zulia. 2. Gaceta Médica de Caracas. 3. Archivos Venezolanos de Cardiológía y Hematología, esta última, fundada y editada por él, en 1935, la cual constituyó la primera revista cardiológica venezolana. La primera investigación, en 1927, versó sobre electrocardiografía
Assuntos
Humanos , Cardiologia , Publicação Periódica , Medicina , VenezuelaRESUMO
Introducción y objetivos. El objetivo del presente trabajo fue determinar la utilidad del malondialdehído y el óxido nítrico como sensores del daño metabólico producido durante el desarrollo del infarto del miocardio. Métodos. Se estudiaron 15 pacientes masculinos que consultaron la emergencia en el Hospital General del Sur de Maracaibo durante la etapa aguda y 30 días después de sufrir infarto del miocardio, en los cuales se determinaron el malondialdehído y el óxido nítrico séricos. Resultados. Nuestros resultados demuestran un aumento altamente significativo en la concentración de malondialdehído durante la fase aguda del infarto del miocardio (1,87 ñ 0,29 frente a 45,47 ñ 8,67 µM; p < 2,01 × 10-5) que regresan, a los 30 días postinfarto, a cifras sin diferencia significativas cuando se las compara con individuos sanos de la misma edad (1,87 ñ 0,29 frente a 4,58 ñ 1,43 µM). En cuanto al óxido nítrico se observó un aumento altamente significativo (41,25 ñ 3,59 frente a 164,63 ñ 12,7 µM; p < 2,13 × 10-10) durante la fase aguda del infarto del miocardio, que retorna a cifras sin diferencias significativas 30 días después del infarto (41,25 ñ 3,59 frente a 40,85 ñ 4,50 µM) cuando se las compara con individuos sanos de la misma edad. Conclusiones. Nuestros resultados demuestran que las concentraciones de malondialdehído y óxido nítrico aumentan significativamente durante la fase aguda del infarto del miocardio y disminuyen a valores normales durante su evolución, hecho que hace de estas sustancias indicadores potencialmente útiles para el pronóstico del infarto del miocardio (AU)