[Creatine kinase increases after coronary interventions]. / Elevaciones de la creatincinasa tras intervencionismo coronario.

INTRODUCTION AND OBJECTIVES: Percutaneous revascularization has led to an important change in the treatment of patients with symptomatic ischemic heart disease in recent years. There is controversy concerning the incidence and prognostic significance of postprocedural increases in creatine kinase. The aim of this study was to assess the incidence of these elevations and the related factors and to observe the prognosis of patients with and without creatin kinase elevations. METHODS: We reviewed 447 patients in whom an angioplasty was done in our department from January 1997 to June 1998, excluding 138 patients with myocardial infarction in the previous four days or unsuccessful angioplasty. Creatine kinase was measured in all patients at 0, 4, 8 and 24 hours after angioplasty. We analyzed the incidence of elevated levels of creatine kinase following coronary surgery and the characteristics of the patients in comparison with a control group made up of patients who, at a similar time had undergone a similar angioplasty procedure including, a similar vessel and type of lesion, and equivalent left ventricular function but without elevated serum levels of creatine kinase. Major adverse coronary events were defined as: cardiac death, nonfatal myocardial infarction, new revascularization and unstable angina in which hospitalization was required. RESULTS: Out of 309 patients studied, an elevation in creatine kinase was observed in 24 patients (7.7%). Complications related to the procedure were found in 50% of these elevations, most of which involved side branch occlusion. There were no differences with respect to the demographical or anatomical characteristics of the lesions in the groups studied. During the follow-up of 9.5 months, complications were observed in 37.5% of the group of patients with elevated creatine kinase levels and in 20% of the control group, but this difference did not achieve statistical significance. CONCLUSIONS: Creatine kinase elevations are produced in 7.7% of the patients after coronary angioplasty. Complications related to the procedure were observed in 50% of the cases, most being side branch occlusion and no complications were seen in the remaining patients. Continuous measurement of creatine kinase after angioplasty shows a low sensitivity for detecting complications during follow-up. New, more sensitive and specific cardiac markers, such as troponin, could define this group of patients.

Uso de las técnicas continuas de reemplazo renal en las Unidades de Cuidados Intensivos en España. Una encuesta a nivel nacional / Use of continuous renal replacement therapies in the Intensive Care Units in Spain. A national survey

Introducción. Las técnicas continuas de reemplazo renal (TCRR) están indicadas en pacientes graves; pero su implantación parece condicionada por la existencia de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) cerradas, atendidas por intensivistas. Material. Estudio observacional mediante una encuesta enviada a las UCI de los hospitales públicos de nuestro país. Se completaron 56 encuestas. Resultados. El intensivista atiende el fracaso renal agudo en un 62,7 por ciento de los hospitales que cuentan con nefrología. El 91 por ciento usan TCRR (16,6 [14,5] procedimientos/año y UCI): veno-venosa el 79,6 por ciento; hemodialfiltración el 65,3 por ciento y arterio-venosa el 49 por ciento. Se limita la producción de ultrafiltrado en el 71,8 por ciento, con una media de recambio de 803 (538) ml/h. Los filtros tienen una duración de 49,4 (20,5) horas (4,4 [2] filtros/paciente). Las membranas preferidas son AN69 (48,6 por ciento) y polisulfona (45,7 por ciento). Entre las indicaciones no renales se aceptan: control de volumen el 88 por ciento, intoxicaciones el 46 por ciento y pancreatitis el 40 por ciento. Su uso se centra en UCI (nefrología 19,6 por ciento, anestesia 7,1 por ciento). La enfermería de intensivos inicia la técnica en el 77,6 por ciento y se encarga de su manejo en el 100 por ciento, con una relación enfermero/paciente de 1/2 en el 54,4 por ciento y 1/1 en el 43,5 por ciento. El seguimiento y control es responsabilidad exclusiva del intensivista en el 73,5 por ciento. La aceptación inicial fue baja en el 12,8 por ciento del personal médico y en el 29,8 por ciento de la enfermería. Los datos del tratamiento no difieren según el tamaño de la UCI. Conclusión. Las TCRR se utilizan preferentemente en la UCI, donde es casi el único medio de tratamiento de depuración siendo el intensivista el responsable de su indicación y control. Es realizada por la enfermería de intensivos. El tipo de Unidad no condiciona diferencias en cuanto al rendimiento (AU)