The culture war, modern economics, and environmental education in the United States / La guerra cultural, la economía moderna y la educación ambiental en los Estados Unidos

ABSTRACT

Teaching ethics in public schools in the United States has been made almost impossible because of the Culture War and Modern Economics. When Catholics began to migrate to the United States in the early nineteenth century, they found that Protestant religion and ethics were taught in public schools and they created their own parochial schools. This controversy has continued for two hundred years. To encourage the Catholics to send their children to the public schools, by 1860 religion and ethics had been removed from the public schools. Concern about the teaching of ethics spread to other religious and non-religious groups. These groups attack the teaching of ethics as the indoctrination of the personal values of teachers, and when teachers include alternative ethical views to avoid indoctrination they are accused of relativism. According to Modern Economics, value terms are meaningless unless they have been translated into economic terms based on willingness to pay. This approach overlooks the social values that make up the cultural heritage of a society. Although children acquire these social values tacitly, since they are not taught these values as a common heritage, they come to believe that they invented them ahistorically and that they are just how they feel (ethical emotivism). By teaching children social values as a common heritage, the charges of indoctrination and relativism and the replacement of these values with economic terms can be avoided, later permitting a more objective role for ethics in public affairs among adults

RESUMEN

La enseñanza de la ética en las escuelas públicas en los Estados Unidos se ha hecho casi imposible a causa de la guerra cultural y de la economía moderna. Cuando los católicos comenzaron a emigrar a los Estados Unidos a principios del siglo XIX, se dieron cuenta de que en las escuelas públicas se enseñaba la ética protestante y, por eso, crearon sus propias escuelas religiosas. Esta controversia ha continuado durante doscientos años. Para animar a los católicos a enviar a sus hijos a las escuelas públicas, en 1860 se quitó la enseñanza de religión y de la ética de las escuelas públicas. La preocupación por la enseñanza de la ética se extendió a otros grupos religiosos y no religiosos. Estos grupos consideran a la enseñanza de la ética como el adoctrinamiento de los valores personales de los maestros, y cuando los maestros incluyen puntos de vista éticos alternativos para evitar ese adoctrinamiento se les acusa de relativismo. De acuerdo con la economía moderna, las condiciones del valor carecen de sentido hasta que no se traducen en términos económicos basados en la disposición a pagar. Este enfoque no considera los valores sociales que conforman el patrimonio cultural de una sociedad. A pesar de que los niños adquieren estos valores sociales tácitamente, ya que no se enseñan estos valores como una herencia común, ellos mismos llegan a creer que los habían inventado a-históricamente y que no son más que cómo se sienten (emotivismo ético). Al enseñar a los niños los valores sociales como una herencia común, se pueden evitar los gastos del adoctrinamiento, del relativismo y de la sustitución de estos valores con términos económicos, permitiendo así un papel más objetivo de la ética en los asuntos públicos entre los adultos